El Rastro de Madrid
El Rastro de Madrid es un mercado al aire libre, originalmente de
objetos de segunda mano, que se monta todas las mañanas de domingos y festivos
en un barrio castizo del centro histórico de la capital de España.
El Rastro, con más de un cuarto de milenio de existencia, ha ido reglamentando su existencia y actividad comercial. Su fama internacional (que le hace estar presente en las guías de viaje sobre Madrid como un atractivo singular), le emparenta con otros mercadillos existentes en diversas ciudades de Europa.
El Rastro superaba los 3500 puestos en el año 2000.
Su creación es contemporánea de la de los Cinco Gremios Mayores en Madrid, y fue creciendo a lo largo de los siglos, hasta los 3500 puestos -máximo permitido por las últimas leyes municipales- que tenía en el umbral del siglo XXI.
«Rastro» era en el siglo XVI sinónimo de carnicería o desolladero.
En las tres primeras décadas del siglo XX, el Rastro se extendió por diversas calles adyacentes y atrajo la mirada de intelectuales, artistas y escritores.
El Rastro en el siglo XXI posee una regulación municipal establecida en el año 2000 Esta regulación permite al Ayuntamiento de Madrid controlar el número de puestos, el tamaño de los tinglados, lo que puede venderse, y las calles donde puede celebrarse. Está prohibida la venta de animales vivos y alimentos en puestos callejeros.
Un máximo de 3.500 puestos de venta se extienden en torno a la Plaza de Cascorro y su monumento dedicado a Eloy Gonzalo en el extremo norte, el eje de la calle de Ribera de Curtidores y calles aledañas, la calle Embajadores al este, y la Ronda de Toledo y la plaza del Campillo del Mundo Nuevo al sur.
Calles del Rastro:
Existen
calles y plazas que por tradición, o por la congregación de puestos
especializados, se centran en ofrecer un tipo de producto en particular:
- La calle Fray Ceferino
González es conocida por la calle de los Pájaros debido a la
venta antiguamente ambulante de animales de compañía y de aves o de
artículos para su cuidado. Esta calle congregaba la venta de animales,
pero desde la disposición municipal del año 2000 sólo se pueden vender
animales en las tiendas de la calle.
- La calle de San Cayetano,
conocida también por la calle de los Pintores por sus locales no
ambulantes destinados a la venta de óleos e ilustraciones o artículos para
la práctica del dibujo y la pintura
- La calle de Rodas y las
plazas del General Vara del Rey
(antigua del escritor Antonio Zozaya)
y de Campillo del Mundo Nuevo: todas ellas especializadas en la compra
venta de revistas, cromos, estampas y juegos de cartas coleccionables,
donde es frecuente ver a niños intercambiándolos.
- La plaza del General Vara del
Rey, además, ofrece gran cantidad de puestos de ropa de segunda mano.
- La calle del Carnero y
la de Carlos Arniches, donde los bouquinistas ofrecen libros de
viejo, de ocasión o de colección. Puestos temporales de libros (nuevos, de
ocasión o para coleccionistas) se instalan también en el amplio Campillo
del Mundo Nuevo.
- La Plaza
de Cascorro está especializada en la venta de ropa underground
y accesorios.
- La Ronda
de Toledo, a lo largo de ella y desde mediados del siglo XX se
suele vender música y diverso material.
En muchas de las tascas y tabernas de las calles vecinas es
posible degustar algunas de las especialidades de la gastronomía de Madrid que
en forma de tapa se sirven, por ejemplo, acompañados en la mayoría de las
ocasiones de un chato de vino o una caña de cerveza. Es
frecuente que se vean tiendas en las que sirvan diversos bocadillos económicos,
algunos ejemplos son los de calamares, de chorizo, de tortilla española, queso,
etc. Y tostas diversas. Las tapas más habituales pueden consistir en los
tradicionales encurtidos de variadas disposiciones como pueden ser las berenjenas
de Almagro, los pepinillos, las banderillas. Algunos de los platos servidos en
pequeñas raciones tienen gran popularidad como es el caso de los caracoles a la
madrileña, las manitas de cerdo, callos.