La Virgen de la Almudena de Lope de Vega:
Madrid, por tradición de sus mayores,
busca su imagen con devota pena,
donde los africanos vencedores
tenían de su trigo la almudena.
El muro, produciendo varias flores
por los resquicios de la tierra amena,
con letras de colores parecía
que les mostraba el nombre de María.
La imagen, pues, tan limpia y bien tratada
salió del muro, aunque de piedras era,
que parecía que con ser pintada
conservaba también ser siempre entera (...).
El pino de que es hecha, siempre entero,
a tanta edad se muestra inaccesible,
que no a ser Dios el escultor primero
pareciera a los años imposible.
En su virtud, el cándido madero,
como si fuera cedro incorruptible,